martes, 17 de mayo de 2011

MIRAME SI QUIERES VERTE PORQUE IMAGEN MIA SOS

Y así comienza una relación: el prejuicio que trae la simple vista.

Y así termina una relación: apuntarlo y condenar su destino deseándole felicidad o pena.

Y en el medio: el despojo del prejuicio y el deseo de que el fin no llegue.

Mas o menos así son las relaciones, salvando los detalles (venganzas, patologías y eventuales crímenes pasionales), pero al fin nunca se acaba una relación del todo. Eso tiene su encanto desde un punto de vista muy rebuscado, pero tiene su encanto, ¿en qué? en que no se puede asegurar que en el mañana no estes para mi, o ella, o ambas.
¿Cuál fue esa promesa que hiciste? ah si, que siempre vas a estar. Siempre fue mientras duró. Siempre fue ayer, Siempre murió.
¿Y esta mal? no, ¿te culpo? no, ¿hubiera deseado haberlo sabido antes? por supuesto, ¿te hubiera evitado? quizás, ahora yo la juego de importante.

Pero tocame, antes de dormirte me gustaría que me des otro beso. Los dias son brillantes pero aún no distingo el resplandor del tesoro. Encerrame en tu gentileza, desmenuzame para saber quien soy. No olvides que las calles son campos que no mueren. Siempre nos esperan, y al volver es necesario adaptarse, buscar mil maneras de pasar el tiempo hasta volver a encontrarte.

domingo, 15 de mayo de 2011

UNIRSE O SER APLASTADO

"No veo la diferencia entre ser referido como un nombre o número, siempre y cuando me garanticen la ilusión de la libertad"

Excelente punto de partida para pensar en varios temas que acechan la mente de quienes pensamos que la libertad es una utopía: su concepto, y desde que momento un ser humano es un individuo dentro de la sociedad.
Comunmente tener nombre es un claro signo de que el proceso de socialización tiene éxito en nosotros, aunque simplemente lo pensemos como "mi nombre es..., o yo soy...". Pero ese nombre no es más que una palabra que para nosotros se encuentra cargada de cierto significado, ¿y si ese sentido de significado lo tuviera un número?. En este punto comprendo la reflexión de la frase: no existe diferencia alguna entre tener un nombre o un número por nombre, simplemente el uso de uno u otro se encuentra sujeto al significado que pueda cargar para nosotros y para quien así nos ha designado.
La cuestión de la libertad sin duda es mucho más amplio, pero dentro de esta frase goza de una denotación poética. El autor simplemente pide que a cambio de ser sometido a la sociedad (con todas sus implicancias), no le quiten la simple esperanza de tener un margen de espacio privado que le sea propio. La seguridad de la fe esta representada por la palabra "libertad": no en un sentido religioso, sino como equivalente al anhelo de la realización, al tiempo en que se cree fervientemente en ello a realizarse: la libertad.



lunes, 9 de mayo de 2011

NADA MÁS NUEVO QUE VERTE DE NUEVO

La distancia que tiene el poder de hacer crecer el deseo. La distancia...que se vuelve el refugio de la cobardía por no dar ese paso hacia la nada, o el éxito. Podría ser sinónimo de miedo, pero no esta vez. El miedo paraliza, otro poder bien conocido, en cambio la distancia logra excitar cuando se sabe que aunque el camino sea largo, tiene un destino final.
Se es capaz de ser feliz en la distancia, durante la espera, cuando no solamente vale la pena la espera (a falta de una expresión menos trágica), sino que el tiempo de espera es en realidad otro camino hecho. Una senda haciéndose, nada más que para poder dominar eso que se sabe que es el destino final.
Siempre hay algo más: entre los silencios, las miradas, los saludos esquivos... Las noches de este otoño traen una sensación insólita que enreda y quiebra la mayor incredulidad: la tuya, que desde tu distancia ya compartimos lo nuevo que ninguno sabemos. Pero se sabe que es el destino final.

domingo, 1 de mayo de 2011

Sabías más ayer que hoy

Eso es lo que tiene andar en la vida, uno finalmente puede apreciar que la ignorancia de ayer es lo que hoy cuesta dejar. Con un poco de honesta autocrítica y usando un sentido un poco retorcido de algunas palabras, a falta de no poder encontrar las correctas que expresen lo que pienso, podría asegurar que hasta extraño la ignorancia de ayer.
Pero no, lo que hace extrañar es ese maldito sentimiento de la rutina: el no movimiento de la mente (¡sólo de la mente!) entre lo que nos rodea, termina atándonos a lo efímero que momentáneamente hoy esta a la vista.
¿Y que más no permite cambiar? ¿El sueldo fijo de ese trabajo que no te gusta, ni siquiera te interesa hacer? ¿La seguridad aparentemente reconfortante de la monotonia luego de haber conseguido ese trabajo que te da ese suelo fijo...? ¿Los seres queridos? ¿Los mismos seres queridos que quieren verte feliz pero parecen desaprobar la simple idea de CAMBIAR algo en la vida?